Mercedes y María frente a una exposición fotográfica
dedicada al estado de Michoacán, en Paseo de la Reforma
Hoy tuve el enorme gusto de compartir una tarde deliciosa con dos poetas poetas, galardonadas con el Premio Hispanoamericano de Poesía para Niños, que otorgan la Fundación Letras Mexicanas y el Fondo de Cultura Económica. Ellas son la uruguaya Mercedes Calvo, autora de Los espejos de Anaclara, obra con la que obtuvo el premio en 2008, y la mexicana María García Esperón, quien con Tigres de la otra noche lo recibió en 2005.
Lo de poetas poetas, aclaro, es porque alguien preguntó a Mercedes ¿usted es poeta poeta o sólo escribe para niños?
Que sean las letras de Mercedes las que contesten:
que aún no he podido solucionar.
Dice mi madre que el tiempo es oro
siempre se escapa, vuela y se va.
Si hoy yo no atrapo ese tesoro
ya no se puede recuperar.
Vuelan los meses
vuela la vida
y mi reloj
tic - tac
tictac
Tic - tac
proclaman
serias agujas
el tiempo vuela
¡a trabajar! Pero sé yo
que otra voz habla en el reloj.
Me habla de un tiempo para soñar
que no se pierde pues siempre está
y aunque lo use y lo vuelva a usar.
Y ya que de poesía se trata, aquí va una probada de la de María:
Tigre,
dame una manita
de gato.
Quiero salir
a probar este mundo
a la carrera.
No podría hacerlo sin ti.
Afuera
están los chicos grandes,
las materias desconocidas
la maestra y los policías.
No es que tenga miedo:
sólo un poco de precaución,
que no es del todo mala.
Pero si me das algo tuyo...
algo simbólico,
no te asustes.
No quiero tu piel,
ni tus colmillos,
ni siquiera tu rugido
metido en un pañuelo.
Si acaso,
tigre mío,
quiero una mano,
una manita de gato.
dame una manita
de gato.
Quiero salir
a probar este mundo
a la carrera.
No podría hacerlo sin ti.
Afuera
están los chicos grandes,
las materias desconocidas
la maestra y los policías.
No es que tenga miedo:
sólo un poco de precaución,
que no es del todo mala.
Pero si me das algo tuyo...
algo simbólico,
no te asustes.
No quiero tu piel,
ni tus colmillos,
ni siquiera tu rugido
metido en un pañuelo.
Si acaso,
tigre mío,
quiero una mano,
una manita de gato.
Mis amigas poetas poetas, quienes escriben con el mismo amor, talento y respeto para niños, jóvenes y adultos, me regalaron una tarde memorable en la que durante la comida, sobremesa y paseo por Reforma surgieron los nombres de amigos comunes a quienes admiramos y queremos (y no menciono por temor a omitir algún nombre).
Aprovecho para recomendar la lectura de los estudios que otra gran amiga, Anabel Sáiz Ripoll, ha dedicado a Mercedes y María y publicado en la revista literaria Arena y Cal.
Feliz estancia en México, Mercedes, deseo que muy pronto tengamos otra obra tuya. De María sabemos que próximamente estará lista Copo de Algodón.
Que alegría para unas poetas poetas haber compartido este hermoso día con una escritora escritora tan cálida como tú. Y ese tiempo tan hermoso, como en el poema de Mercedes,
ResponderEliminarvuela y se va,
pero siempre
nos quedará tiempo
para soñar.
¡Y a soñar!
Querida María:
ResponderEliminarGracias por presentarme a Mercedes y a tan adorables amigos que ahora compartimos.
Hermoso verso para coronar un día que ya se convirtió en ayer.
Un beso.
Qué sana envidia siento al veros reunidas, poetas poetas las tres, amigas amigas. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarQuerido Pedro:
ResponderEliminarPor muchos motivos, pero principalmente porque fuiste parte del jurado que asignó el premio a Mercedes, estuviste presente. Ya te veremos por aquí en México para presentarnos "Cuéntame", ojalá también con María Wernicke.
Va otro abrazo abrazo.
Querido Pedro: Yo tengo la firme convicción de que un buen día acabaremos por reunirnos todos para darnos ese abrazo abrazo del que habla Maru.
ResponderEliminarMercedes se ha convertido en ángel mensajero, que es lo mismo que decir ángel ángel.
María Eugenia: me asomo por tu ventana
ResponderEliminary me encuentro con dos poetas poetas.
Una con su tica tac me dejó un toc toc de horas
y otra con su rugido a rayas
me dio una manita de gato.
En la orilla de la montaña
les deseo a las tres
una tarde tordillo
con horas doradas
de mundos por conocer.
Tres abrazos.
Sergio Astorga
Esta Aldea no cabe ni en el que parece infinito ciberespacio, crece y crece con letras poéticas del sur del continente, el centro del país, más allá del Atlántico y ahora del sur de Estados Unidos.
ResponderEliminarMuchas gracias, querido Sergio.
En esta tarde de calor abrasador recibe un fresco abrazo.
Desde la tarde tordillo de Sergio -que definitivamente es una tarde tarde- regreso a la Aldea de las Letras a culminar mi anterior comentario ejem ejem, que ángel viene de la palabra griega aggelos, que es mensajero. Y que por eso toda persona que nos toca el corazón con una palabra como Mercedes, Maru, y ahora Sergio es portador de un mensaje trascendente y por lo tanto, un ángel... ángel (no lo pude resistir)
ResponderEliminar¡¡¡Ojalá pueda regresar a México a presentar Cuéntame o por puro placer de abrazar a mis amigas y amigos!!!
ResponderEliminarPor ese voto encenderemos una fiel candela. Ya estaremos departiendo en la sobremesa de María.
ResponderEliminarCruzo los dedos para que "Cuéntame" llegue a México acompañado de su autor y seas recibidos por los amigos que ya tienes aquí y los que están por sumarse a la lista.
ResponderEliminarVa otro abrazo.