Del 22 de febrero al 5 de marzo de 2012
Tacuba 5, Centro Histórico, Ciudad de México
La Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería (FILPM), llega a su XXXIII edición.
La Feria es organizada anualmente con el objeto de dar a conocer a
la sociedad en su conjunto y a la comunidad universitaria, las
novedades de la industria editorial mexicana.
Su
incomparable sede, el Palacio de Minería, monumento del siglo XVIII
ubicado en el corazón mismo de la vida cultural de nuestro país
permite, en un ambiente auténtico de Feria de Libro, dar cita a
importantes editores y profesionales en la materia que ofrecen a un
público siempre fiel una amplia y variada oferta editorial.
Uno
de los ejes fundamentales de la Feria es su notable programa
cultural, que figura entre los mayores de todas las ferias del libro
del mundo. Debido a su gran aceptación continuarán las Jornadas
Juveniles así como los diversos programas de lectura. La FILPM,
organizada por la Universidad Nacional Autónoma de México a través de
la Facultad de Ingeniería, cuenta con el apoyo de importantes
dependencias universitarias; de la Cámara Nacional de la Industria
Editorial Mexicana; del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes,
así como del Gobierno de la Ciudad de México.
Los
invitamos una vez más a participar activamente en la Feria de Minería
dando a conocer sus novedades editoriales y promoviendo cada una
de ellas mediante las distintas actividades que se realizan en el
marco de la Feria, así como en sus diferentes opciones
publicitarias. Los invitamos a seguir siendo parte de la mayor
tradición cultural en materia de libro y fomento a la lectura que
se lleva a cabo en la Ciudad de México.
El Caballito y el Palacio de Minería (foto María Eugenia Mendoza)
Érase una vez en Palacio
La primera feria del libro en México
Por Fernando Macotela (*)
(Fragmento)Por Fernando Macotela (*)
Cada
año, más de cien mil visitantes abarrotan los patios y los bellos
salones del recinto para conocer la mayor exposición bibliográfica
que se da en la Ciudad de México y asistir a las más de ochocientas
cincuenta actividades culturales que les ofrece la Feria. El
suntuoso Salón de Actos (donde tomó posesión para su último e
inconcluso mandato el presidente Porfirio Díaz), la Capilla (que
contiene los hermosos frescos de inicios del S. XIX de Rafael Ximeno y
Planes), la galería de Rectores, el Salón de la Academia de
Ingeniería, el auditorio Bernardo Quintana y la incomparable
Biblioteca antigua con su rico Acervo Histórico, son algunos de los
sitios donde un público fidelísimo se da cita anualmente.
El
Palacio de Minería se encuentra ubicado en la calle de Tacuba N° 5,
en el Centro Histórico de la Ciudad de México; la plaza Tolsá,
frente al Palacio, lleva ahora el nombre de su ilustre arquitecto y
acoge también su famosa estatua ecuestre de Carlos IV, atinadamente
bautizada por el pueblo -dados los pocos méritos del monarca- “El
Caballito”.
(*) F. Macotela fue
agregado cultural en Francia, Director del Festival Internacional
Cervantino, Director de la Cineteca Nacional y es, desde 1999,
Director de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería.
Hola María Eugenia, con tu permiso, compartiré tu post en facebook, en el grupo de lectores. Un beso,
ResponderEliminarHola Myriam, qué bueno que lo hagas. Como verás todavía no está el programa de actividades, pero es importante tener presentes las fechas de estas fiestas de libros, lectores, autores y editores.
ResponderEliminarUn beso.
Maria Eugnenia, recuerdos tan grataos me despiertas ahora, que me veo subiendo las escaleras del Palacio de Minería. Que sería yo sin la memoria.
ResponderEliminarUn trapo de huesos.
Te soy sincero asistía todos lo años, y con el vale de libros que me daba la UNAM me reponía, sobre todo de Material de Lectura.
Que buenos momentos.
Un abrazo de feria.
Sergio Astorga
Querido Sergio:
ResponderEliminarMaravillosa memoria que traslada a sitios tan queridos y significativos para los citadinos, particularmente para quienes llevamos el azul y oro de la UNAM en el alma; aunque ahora que dices lo de los vales, ya le reclamaré a nuestra Alma Mater por no haberme entregado nunca un vale para libros.
Ya te platicaré ahora que vaya.
Un puma-abrazo.