jueves, 6 de enero de 2011

Una carta a los Reyes Magos que no llegó a su destino

Esta mañana descubrí un globo, con su correspondiente carta a los Reyes Magos atada al hilo, atorado en una de las plantas que tengo en el garaje.
¿Qué distancia habrá recorrido el globo desde que la ilusionada mirada de un niño lo despidió?
¿Por qué habrá perdido altura el vehículo utilizado destinado al lugar en donde las Sabias Majestades de Oriente reciben la correspondencia en la madrugada del 6 de enero?
¿De todas formas habrá recibido la visita de por lo menos uno de los tres Reyes y los obsequios pedidos?
¿Qué palabras habrán seguido a la frase de cortesía que se escribe en una carta tan importante?
¿Se habrá dirigido a ellos como Reyes Magos o Santos Reyes o Melchor, Gaspar y Baltasar?
¿Tendrá un Rey Mago favorito?

En fin, desconozco el nombre del remitente, no abrí la carta y por tanto no tengo la menor idea de cuáles fórmulas de cortesía usó para iniciar y terminar la carta, si se limitó a pedir cosas materiales o también incluyó alguna solicitud más universal, del tipo: "que este año no haya desastres naturales como los del 2010", "que se acabe la guerra en mi país", "que ya no haya violencia ni fuera ni dentro de casa", "que mis papás consigan trabajo", "que en mi escuela haya gises y por lo menos se recuperen algunos libros de los perdidos en las inundaciones", "que haya bebederos con agua potable en mi escuela", "que la gente no viva con miedo"... Ojalá haya sido previsor y haya dejado una copia de su carta en el zapato, junto al nacimiento.

En caso de que algún visitante de esta Aldea conozca a un niño que no haya recibido acuse de recibo de su misiva a los Reyes y por tanto sus peticiones no fueron atendidas le suplico le informe que su carta no pudo llegar a su destino, pues el vehículo usado, quizá debido al ahorro de Helio usado por el fabricante, perdió altura y se quedó atorada en las ramas de una planta en el garaje de mi casa. Es importante que lo sepa pues seguramente durante todo el año se portó bien y merecía lo que estaba pidiendo, no vaya a ser que se desilusione y este año decida que portarse bien a nadie le importa.

9 comentarios:

Unknown dijo...

Claro que es importante. En la infancia, además, se tiene muy acusado el sentido de la justicia y de los merecimientos. Quiero pensar que guardó copia, o que en cualquier caso los Reyes son magos y hacen justicia, aunque sea poética. Un abrazo, Mª Eugenia.

María Eugenia Mendoza dijo...

Ojalá ese pequeño esté feliz ahora mismo jugando con sus regalos y valorando el enorme esfuerzo de los Reyes para premiar que sea buen chico.
Recibe un regio abrazo, querida Carlota.

Sergio Astorga dijo...

María Eugenia,como dices espero que se piense de que portarse bien le importa a todos y que el globo detenido pueda seguir su marcha hacia los deseos invisibles pero alcansables.

Un abrazo en la epifanía.
Sergio Astorga

Myriam B. Mahiques dijo...

Qué lindo post María Eugenia! Todo sucede por algo, tal vez te llegó para que escribas esta reflexión.
Un beso,
Myriam

María Eugenia Mendoza dijo...

En estos días de crisis, con tantas malas noticias, en las que los medios están empeñados en divulgar la idea de que de nada sirve el esfuerzo cuando el mundo está de cabeza, es deseable que los chicos encuentren en casa amor y uno que otro estímulo por ser chicos buenos.
Va un cariñoso abrazo.

María Eugenia Mendoza dijo...

Querido Sergio:
No dejé claro que el comentario anterior era en respuesta al tuyo. Va otro abrazo.

María Eugenia Mendoza dijo...

Muchas gracias por este comentario, querida Myriam, recibí este globo como mi regalo de Reyes y ya se ha multiplicado con estos comentarios.
Ojalá el pequeño que lo envió haya recibido lo que pedía.
Va un abrazo muy cariñoso.

Alicia Uriarte dijo...

María Eugenia, el año pasado por estas fechas participé en un concurso, exclusivamente para adultos, de cartas a los Reyes Magos. Sólo pedí tiempo. Tiempo para toda la gente de mi entorno y también para mí. Los días de 24 horas se me quedan cortos y, a veces, algo torpes. Regalar tiempo siempre me pareció algo de mucho valor. Este año intenté volver a participar en el citado concurso. Tras un año más a la espalda, me di cuenta que debía pedir algo más valioso para los demás puesto a que yo tenía la fortuna de sólo seguir necesitando tiempo. Pedí que nunca les falte a las personas desfavorecidas la esperanza de que el mundo pueda mejorar. Será la única manera de aguantar lo que desgraciadamente les ha tocado vivir.

Un abrazo

María Eugenia Mendoza dijo...

Querida Alicia:
Tu deseo del año pasada le cae bien a todo el mundo, pues de veras que la falta de tiempo, por más que a veces se lo robes al sueño, es un problema que enfrentamos muchos, por lo menos una hora para leer, vendría bien.
Tu deseo de este año, sin duda, se hace indispensable ante el panorama que se va dibujando poco a poco. La esperanza, como se advierte en los comentarios que le han regalado a esta Aldea se hace indispensable para los menos favorecidos y para la buena gente buena.
Te mando un esperanzado abrazo.