Mónica Pavón y Alberto Aguayo
“El amor es la fuerza más poderosa para mover la voluntad de
un ser humano, el amor impacta la vida de todos y cada uno de nosotros desde su
presencia e incluso desde su ausencia, pero qué pasa cuando el amor ha
trastornado nuestra conciencia, cuando un cuento de hadas se transforma en una
historia de terror protagonizada por una princesa negra. Los ojos de Justina
es la historia de una hermosa mujer a la que su entorno le enseñó que el sexo y
el dolor son una misma cosa y a entender que la depravación es la única
referencia posible del amor. Como Alicia en el país de las maravillas, Justina
irá hundiéndose cada vez más en su propio abismo, penando entre sombras hasta
purgar su alma amando de la única manera que ha aprendido a amar…”
Partiendo de la premisa de que “la violencia engendra
violencia”, Los ojos de Justina presenta
lo que algunos psicólogos que la han visto califican como “un caso clínico” muy
parecido a los muchos que atienden en sus consultorios: una adolescente que
sufre abuso sexual por parte de su tío nos cuenta sus experiencias en una noche
en la que hace un repaso de los oscuros lugares por los que ha pasado: desde un
matrimonio fallido, hasta ser la amante de un bongosero cubano “grandote y
bailador” en un convenio en el que los sentimientos no tienen cabida,
convertirse en la última mujer en satisfacer los deseos de su propio padre o
verse involucrada en una relación sadomasoquista con un hombre que la obliga a
tener sexo con otras personas y a infligirle daño para excitarse.
Aun tratándose de un monólogo, Justina nunca se encuentra sola. La acompaña el séquito de hombres que ha rodeado su odisea: el recuerdo de su padre, el cubano que la hacía reír tanto y que le enseñó a fumar, “El Argentino” —Víctor— el único del cual conserva la memoria de su nombre, la sombra de su tío y, por supuesto, la presencia del hombre que reposa en su cama, ése en el cual logrará perdonar a todos los otros, ese mudo testigo de su historia, aquél a quien ama y amará profundamente… hasta que amanezca.
Andrómeda Artes Escénicas trae a los escenarios esta puesta en
escena sobre el dolor y la búsqueda del amor, en la cual la ficción refleja
pálidamente la realidad de un mundo violento, un mundo en que el abuso hacia
las niñas y las adolescentes sigue siendo un hecho que marca o destruye vidas y
va creando una cadena de odio y rencor que a veces sólo es posible romper a
través de la muerte. La puesta —a pesar de contar historias sórdidas— a nivel
del lenguaje y de la plástica envuelve al espectador; acompañada por baile
(salsa y tango) y guitarra con música original en vivo, es un espectáculo de
categoría que atrapa todos los sentidos.
Protagonista:
Paula Casas / Verónica Colín
(alternando
funciones)
Guitarra
en vivo: Julio Santana
Participaciones
especiales: Tony Ochoa y Alejandro Cortés (alternando), Julio Santana, Diego
Cuevas e Isaac Cardiel.
Dramaturgia:
Jorge Hernán
Dirección:
Sergio Morel
Asistente
de producción y traspunte: Diego Cuevas
Coreografía
tango: Keren Sisay
Producción
ejecutiva: Mónica Pavón
Productor
asociado: Alberto Aguayo
Sólo adolescentes y adultos
Los ojos de Justina se presenta en la Ciudad de México todos
los sábados desde el 2 de marzo hasta el 22 de junio, a las 7:00 p.m. en el Centro
Cultural de la Diversidad, ubicado en Colima #267, Col. Roma, entre Insurgentes
Sur y Tonalá (a una cuadra del Metrobús Durango y a unas cuantas del Metro
Insurgentes).
Entrada general: $200 (50% de descuento con credencial de
estudiante, de maestro o del INAPAM).
No hay comentarios:
Publicar un comentario