jueves, 28 de enero de 2010

A propósito de literatura y ciencia

La piel del cielo

Ante la proximidad de la 4a. Feria Internacional de Lectura 2010 Ciencia y Literatura en Tonanzintla  recordé la novela La piel del cielo, de Elena Poniatowska, premio Alfaguara de novela 2001.

La novela nos lleva a conocer la vida de un hombre fascinante, Lorenzo de Tena, en quien nace el interés por descubrir los límites del mundo de la mano de su madre. El  inicio, con un diálogo, de esta obra es tan revelador como conmovedor:
-Mamá, ¿allá atrás se acaba el mundo?
-No, no se acaba.
-Demuéstramelo.
-Te voy a llevar más lejos de lo que se ve a simple vista. 

Esta novela, en la que literatura y ciencia van de la mano, abre todo un universo de descubrimientos, no sólo astronómicos sino del México posrevolucionario, con sus tradiciones familiares y dolorosos contrastes sociales, un México que tiene la oportunidad de dar un salto histórico rumbo al desarrollo y en muchos sentidos se ve frustrado. A lo largo de la obra Elena Poniatowska evidencia su impecable trayectoria periodística y literaria. Su ojo crítico, su manejo del idioma y su amor a México están plasmados en ésta, que también es una novela de amor.

...Alejandra (Moreno) que tenía derecho de picaporte al imponente despacho del rector de la Universidad, (Salvador Zubirán), dio rienda suelta a su indignación. "¿Cómo lo vamos a dejar ir, ni que tuviéramos tantos como él". Manoteaba "¡Pobre de nuestro país, de veras, pobre! Cuando alguien puede contribuir a sacarlo adelante ni cuenta nos damos. Otros reconocen el valor y saben quién es, mientras nosotros dictamos oficios y nos empantanamos en la burocracia".

Quienes vayan a la FILEC en Tonanzintla tendrán oportunidad de seguir la huella de Lorenzo de Tena (el personaje de novela), pero también de astrónomos de carne y hueso que han hecho  grande la astronomía mexicana como Guillermo Haro, Luis Enrique Erro, Miguel Ángel Herrera, Luis Felipe Rodríguez y Julieta Fierro, entre muchos más.

No hay comentarios: