jueves, 13 de diciembre de 2012

El auténtico San Nicolás frente al Santa Claus comercial


Representación de Sankt Nikolaus

Aunque los niños mexicanos se declaren mejores clientes de los Reyes Magos (también conocidos como Santos Reyes), que de Santa Claus, cuando se trata de recibir regalos en forma de juguetes, dulces, gadgets de todo tipo y una que otra prenda de vestir los chicos no se ponen sus moños y la noche del 24 de diciembre, por si acaso, dejan caer sus peticiones en una carta dirigida al gordo bonachón de barba blanca, traje rojo y risa fácil.

Que si la versión más popular de Santa es el resultado del ilustrador Haddon Sundblom, que si el personaje viaja desde el Polo Norte a todo el mundo, surcando los cielos en un trineo tirado por renos, que se desliza por las chimeneas con su valioso cargamento o quién sabe cómo le hace para entrar a las casas que no tienen chimenea y se detiene a comer galletas con leche o a beber una Coca-Cola para recuperar fuerzas y refrescarse es cosa que quizá no interese mucho a los niños, lo importante es que cumpla los deseos infantiles y premie a los bien portados con juguetes y artilugios de última generación.

Pero a quienes gustan de saber un poco más sobre las tradiciones navideñas, quizá les interese conocer a quien dio origen al muy conocido personaje gordinflón, más ligado a intereses comerciales que a los cada vez más escasos milagros navideños.


Comparto con los visitantes de esta Aldea un artículo publicado por Die Deutsche Welle (La Voz de Alemania) sobre la historia de San Nicolás:
San Nicolás es originario de Petara, Asia Menor, donde nació en la segunda mitad del siglo III. Tras la muerte de su tío, éste le sucedió como obispo de Mira, en la región de Licia. Su gran popularidad se debe a los milagros que se le atribuyen. Se cuenta que en la diócesis de Mira un vecino de San Nicolás se encontraba en tal pobreza que se decidió a exponer a sus tres hijas vírgenes a la prostitución para sacar de ese vil mercado el sustento para él y para ellas. Sin dinero no podían pagar la dote de una, por lo que ninguna se podía casar. Para evitar aquel inhumano lenocinio, San Nicolás tomó una bolsa con monedas de oro y, al amparo de la oscuridad de la noche, la arrojó por la chimenea de la casa de aquel hombre. Con el dinero se casó la hija mayor. San Nicolás hizo lo mismo para favorecer a las otras dos hermanas. En la segunda ocasión, tras ser tirada la bolsa sobre la pared del patio de la casa del pobre, esta se enredó en la ropa que se tendía para secar. El padre se puso al acecho en la ventana, descubrió a su bienhechor y le agradeció su caridad.
Nicolás de Mira falleció el 6 de diciembre del año 342. Su popularidad se difundió tanto en Europa del Este como en la Occidental -por ejemplo en Alemania se estima que la devoción a San Nicolás comenzó bajo Otto II, posiblemente por su esposa Theophano. Como benefactor y protector de gente en situaciones de peligro, gracias a los peregrinos y a las Cruzadas, se convirtió en protector de marineros, comerciantes y cocheros. Pero, sobre todo como amigo de la infancia, lo cual posiblemente tuvo su origen en la fusión de dos festividades medievales. Cada 28 de diciembre, en la fiesta de los Santos Inocentes, acompañados de un obispo, éstos desfilaban por las calles de la ciudad para pedir limosna. El 6 de diciembre los colegiales también salían a la calle acompañados de un obispo especialmente elegido, y por lo general disfrazados de diablos. Paulatinamente, las dos fiestas se confundieron y se empezó a celebrarlas el 6 de diciembre. En el siglo XIX la fiesta siguió siendo una fiesta hogareña, en la que San Nicolás podía hacerse presente. De aquella época datan las famosas canciones que entonan los niños para celebrar la fiesta. Además, se celebraba San Nicolás en las calles, y para entonces los diablos acompañantes de otrora se habían sustituido por los pajes de San Nicolás. Así mismo, en algunas ciudades se celebran desfiles y se llevan disfraces. 
El San Nicolás cristiano sustituyó e incorporó a varios personajes paganos donantes de regalos, como la bondadosa bruja Befana y los ancianos y generosos alemanes Berchta y Knecht Ruprecht. En Alemania se le llamó Sankt Nikolaus, y Sanct Herr Nicholaas o Sinterklaas en Holanda. En estos países se decía que cabalgaba por el cielo en un caballo repartiendo regalos. Vestía como un obispo y a veces iba acompañado por Ruperto. En un principio, el día de San Nicolás en el que se recibían los regalos se celebró el 6 de diciembre. Tras la Reforma, los protestantes alemanes dieron más importancia al Christkindl (Niño Jesús) como donante de regalos el día de su fiesta, el 25 de diciembre. Cuando la tradición de Nicolás prevaleció, se incorporó a la Navidad. En 1969, el papa Pablo VI suprimió la festividad de San Nicolás del calendario católico como la de otros personajes legendarios, cuyas vidas estaban poco documentadas. Irónicamente, el término Christkindl ha evolucionado hasta convertirse en riss Kringle, otro apodo de Papá Noel. 
Dicha costumbre fue popularizada en los Estados Unidos por los protestantes holandeses de Nueva Amsterdam, que convirtieron al santo en un mago nórdico. Su nombre fue abreviado, no solo a San Nic, sino también a Sint Klaes o Santa Claus. La mitra de obispo fue remplazada por el hoy famoso gorro rojo, su cruz pectoral desapareció por completo. Se mudó de Turquía al Polo Norte, de donde viene.
 Actualmente en pequeños pueblos y aun en importantes ciudades alemanas se conserva la tradición de que San Nikolaus reparta regalos y dulces y haga muy felices a los niños, lo cual no impide que el 24 de diciembre el Niño Jesús sea quien lleve la magia navideña en forma de juguetes y otros obsequios a niños y grandes.


2 comentarios:

Lola MU dijo...

Querida María Eugenia: me ha parecido muy interesante la verdadera historia de San Nicolás, Santa Claus o Papá Noel. ¡Sí que es un Santo viajero! En fin; aquí también somos más de los Reyes Magos , pero nos apuntamos a todo por si acaso, je, je.
Te mando muchos besos.

PD: ¿Cómo has puesto ese muñequito tan lindo que pasea por la página? ¡Te lo quiero copiar!

María Eugenia Mendoza dijo...

Querida Lola MU:
Me alegra muchísimo que te haya gustado esta historia que busqué a propósito de unas tarjetas navideñas que me encantaron con la imagen de San Nikolaus, un tanto diferente a la del gordito Coca-Cola.
Pero, como tú, si algún Santa o el Niño Jesús está dispuesto a cumplir mis deseos materiales esta Navidad, sin duda que será bienvenido y le estaré muy agradecida. Aunque en serio, ojalá el espíritu de la Navidad nos abrace a todos y permita vivir la fiesta en paz y armonía.
Van besos y abrazos, querida amiga.

P.D. Aquí está el enlace de la página, solamente tienes que insertar el código en Java... y listo.
http://ciudadblogger.com/2011/12/santa-claus-volando-en-su-trineo-por-el.html