Un clásico recomendado en secundaria desde hace más de 28 años, Las batallas en el desierto de José Emilio Pacheco nos habla de un México soñado, de las expectativas ante un futuro prometedor por la tecnología al servicio de la gente.
En esta Aldea de las Letras se antoja reproducir un párrafo que refleja la íntinma relación entre lengua y cultura, entre lengua e identidad:
"Mientras tanto nos modernizábamos, incorporábamos a nuestra habla términos que primero habían sonado como pochismos en las películas de Tin Tan y luego insensiblemente se mexicanizaban: tenquíu, oquéi, uasamara, sherap, sorry, uan mómen pliis. Empezábamos a comer hamburguesas, páys, donas, jotdogs, malteadas, áiscrim,margarina, mantequilla de cacahuate. La cocacola sepultaba las aguas frescas de jamaica, chía, limón. Únicamente los pobres seguían tomando tepache." (pp. 11-12)
José Emilio Pacheco es galardonado con el Premio Cervantes, considerado el Nobel de Literatura en español, leemos en la prensa de hoy.
Leer y releer a Pacheco es y seguirá siendo una delicia, aunque duela contrastar las expectativas con la realidad.
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