viernes, 26 de marzo de 2010

El mundo invisible de René Magritte, en el Palacio de Bellas Artes (II)


En una frase una imagen puede sustituir a una palabra.
En realidad una palabra puede ocupar el lugar de un objeto.
(René Magritte, 1898-1967)
 
Jueves 25 de marzo, una de la tarde. El sol cae a plomo. Oleadas de personas cruzan  Eje Central, rumbo al Zócalo o hacia Bellas Artes. Cientos de mujeres y hombres caminan frente al Palacio, algunos se detienen a ver las esculturas de madera que integran la exposición Los apóstoles, de Vladimir Cora, que se exhibe en la explanada. Por fortuna no encuentro las clásicas filas frente a las taquillas, ni en la base de la escalinata que conduce al Museo, en donde podré entrar en El mundo invisible de René Magritte. Había calculado (y acerté) que ese día no habría tanta gente como seguramente llegará el fin de semana y durante el periodo vacacional de primavera, que comienza en Semana Santa. Compro mi boleto, el precio es de 35 pesos. Estudiantes, maestros y personas de la tercera edad, con credencial  vigente, entran gratis.

Esta magna exposición ha sido organizada por el Consejo Nacional Para la Cultura y las Artes y El Instituto Nacional de Bellas Artes. En todos sentidos es una delicia estar ahí.


Cuatro salas están destinadas a ese mundo invisible del artista belga. La exposición  inicia en el segundo piso y concluye en el primero, en donde el espectador podrá disfrutar de dos proyecciones en la pared: una en la que dos inmensos paraguas reciben la lluvia de pipas, manzanas, rocas; y otra en la que los hombres del cuadro Golconda caen o desafían a la gravedad y aparecen imágenes de las obras expuestas.

Por cierto, ¿qué contestaríamos si al ver la imagen de la izquierda nos preguntaran ¿éste es René Magritte y su cuadro "Le Pèlerin"? Esta pregunta surge por lo que escribió el propio artista en el cuadro de la derecha, titulado La traición de las imágenes, en donde se aprecia la representación de una pipa y abajo la leyenda: esto no es una pipa.

Siguiendo con la exposición cabe mencionar que no se permite tomar apuntes, de manera que los estudiantes que vayan por sugerencia de sus maestros disfrutarán la muestra, igual que el resto de los visitantes, y no como ocurre en otras muestras que por leer y  copiar las cédulas no ven lo que se exhibe.

Pero en la sala lúdica, quienes tengan acceso, podrán repensar lo visto en torno al surrealismo y el absurdo; reflexionar entre la realidad y lo oculto, además de jugar con palabras, objetos e imágenes y hasta participar en la elaboración de un mural colectivo.

La retrospectiva comprende casi cuarenta años del trabajo del artista.

Está integrada por 152 piezas, procedentes de 34 instituciones y colecciones privadas de nueve países. Los visitantes podrán admirar pinturas, dibujos, grabados, partituras, una maqueta, así como por fotografías personales, películas del artista. En particular, me pareció fascinante el manifiesto del ideario pictórico, publicado por la revista "La revolución surrealista".

Para finalizar comparto con los visitantes de esta Aldea este video, publicado en YouTube y producido por Peter Puntman, con música de Paul Simon, como un hermoso homenaje al artista y a Georgette Berger, su pareja y modelo.

Imágenes: 
Fotografía tomada por María Eugenia Mendoza
Postales: Magritte The Collection. René Magritte et "Le "Le Pèlerin", y "La Trahison des Images", Brussel, 1965 © 2005 C.H./ADAGP  et JNF Productions.
"Manía de grandezas, en Historia del Arte, Salvat, México,Tomo 11, 1979, p. 213

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