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De acuerdo con un investigador (estoy segura de que era un doctor en Física, pero no quiero adjudicar erróneamente esta cita), hay tres signos de identidad cultural: el idioma, la comida y la cama. Los dos primeros no requieren explicación, el tercero extrañó a quienes escuchamos esa afirmación, sin embargo, no era necesaria aclaración alguna para entender que el científico tenía razón, basta pensar en camas, literas, hamacas, petates y otras superficies sobre las que nace, descansa, ama, convalece y muere la gente en diferentes partes del mundo.
Pero vayamos al idioma o lengua. En el mundo actual, con siete mil millones de habitantes, se hablan alrededor de siete mil idiomas, de los cuales la mitad corre el peligro de extinguirse antes de iniciar el siguiente siglo.
Históricamente la desaparición de las lenguas ha tenido que ver con la muerte de los hablantes y presiones ligadas a procesos de subyugación, colonización, evangelización, migración y económicos.
En México el español no está reconocido en la Constitución como idioma oficial. Comparte con 62 lenguas la denominación de lengua nacional. La Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas señala en el
ARTÍCULO 4. Las lenguas indígenas que se reconozcan en los términos de la presente Ley y el español son lenguas nacionales por su origen histórico, y tienen la misma validez en su territorio, localización y contexto en que se hablen.
En la práctica falta mucho para garantizar los derechos de los hablantes de las lenguas nacionales, incluido el español, en materia de educación, información, justicia.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) trabaja y apoya proyectos relacionados con la lenguas en peligro, si quieres conocerlos da clic aquí.
Ahora Google se suma a este esfuerzo con el Proyecto Idiomas en peligro de extinción:
En la actualidad, la humanidad está asistiendo a un proceso de extinción masiva: las lenguas están desapareciendo a una velocidad sin precedentes y, cuando eso ocurre, se pierde una visión única del mundo. Con cada lengua que desaparece, perdemos una enorme herencia cultural: información acerca del modo en que los humanos se relacionan con el mundo que les rodea; conocimientos científicos, médicos y botánicos; y, lo que es más importante, la forma de expresar el humor, el amor y la vida de las comunidades. En resumen, perdemos el testimonio de siglos de vida.La lenguas son entidades que están vivas y en constante flujo, y su extinción no es algo nuevo; no obstante, el ritmo al que están desapareciendo en la actualidad no tiene precedentes y es alarmante. Alrededor de la mitad de las 7.000 lenguas que existen aproximadamente en el mundo está en riesgo de desaparecer durante los próximos 100 años. Pero hoy en día tenemos a nuestro alcance unas herramientas y una tecnología que podrían cambiar las reglas del juego.Con el proyecto Idiomas en peligro de extinción, Google pone su tecnología al servicio de las organizaciones y de los individuos que trabajan para hacer frente a la amenaza de las lenguas mediante su documentación, su preservación y su enseñanza. A través de este sitio web, los usuarios no solo pueden acceder a la información más actualizada y completa sobre las lenguas en peligro de extinción y a las muestras aportadas por los partners, sino que también desempeñan un papel activo al poner sus idiomas en la Red enviando información o muestras en forma de archivos de texto, de audio o de vídeo. Además, los usuarios podrán compartir prácticas recomendadas y casos prácticos a través de una sección para compartir conocimientos y uniéndose a los Grupos de Google relevantes.Aunque Google ha supervisado el desarrollo y el lanzamiento de este proyecto, el objetivo a largo plazo es que sea liderado por auténticos expertos en el campo de la conservación de las lenguas. Así pues, la supervisión del proyecto se traspasará al First Peoples' Cultural Council y a la comunidad (The Linguist List) del Instituto de Tecnología e Información sobre Lenguas (Institute for Language Information and Technology, ILIT) de la Universidad Oriental de Michigan, en coordinación con el Comité Asesor.
Sin duda hay mucho en juego cuando se trata de lenguas, sobre todo de indígenas o con un número pequeño de hablantes, no se trata de abordar el problema con tinte folclórico, como algunos piensan cuando se habla de pueblos indígenas, se trata de mantener viva la herencia de una humanidad diversa que crea, cree, sueña, lucha, se comunica con los vivos y sus muertos en su propio idioma.