sábado, 23 de marzo de 2013

Día Internacional del Libro Infantil 2013




Leemos juntos, tú y yo.
Vemos que las letras forman palabras
y las palabras se convierten en libros
que estrechamos en nuestras manos.
Oímos susurros
y ríos bulliciosos en sus páginas,
osos que cantan
graciosas melodías a la luna.
Entramos en misteriosos castillos
y de nuestras manos suben hasta las nubes
árboles florecidos. Vemos niñas valientes que
vuelan
y niños que atrapan las estrellas.
Leemos juntos, tú y yo, dando vueltas y vueltas,
recorriendo el mundo con la alegría en los libros.

Poema de Pat Mora
Traducido por la autora

Cartel y mensaje tomados de la página de la Organización Española para el Libro Infantil y Juvenil (OEPLI)

martes, 19 de marzo de 2013

Carta de Daniel Mordzinski, el fotógrafo de los escritores, por la pérdida de sus archivos


Daniel Mordzinski (imagen y carta tomadas de la web del fotógrafo)

Queridas amigas y amigos,

créanme si les digo que no me queda más remedio que molestarles con esta historia... porque la historia lo merece y porque ustedes, queridos amigos, son los únicos que la pueden sostener. Acaso con su firma de apoyo, pero eso ya lo verán mejor que yo.

La indignación y la pena me devoran y me digo que treinta y cinco años de retratar las letras no merecen que me rinda ahora; y menos ante un hecho como el que les quiero, necesito relatarles:

Durante más de diez años utilicé, en virtud de la alianza entre El País y Le Monde un despacho en el séptimo piso de la redacción parisina del vespertino, donde guardaba miles de negativos y diapositivas originales, que hace unos días desaparecieron, así, sin más. Miguel Mora, el corresponsal de El País en Francia, llegó el 7 de marzo último a este despacho y se encontró con que lo habían vaciado totalmente sin avisarnos y que todas nuestras cosas habían desaparecido. Nos pusimos a buscar y encontramos en un sótano el gran archivador --que yo mismo pinté de negro hace 10 años--. Nadie sabe ni quiere saber por qué decidieron "desaparecer" mi trabajo de toda la vida. Miles de fotos tomadas a lo largo de veintisiete años. Veintisiete años de esperas, nudos en la garganta, noches en vela, revelados angustiosos... Más allá de la injusticia y del absurdo, me encuentro con la gran paradoja de que Le Monde brinda sus mejores titulares --y estoy seguro de que con los más sinceros sentimientos-- para defender la libertad de expresión en Asia, el respeto por las tradiciones cuando hay una guerra o una catástrofe en exóticos lugares como Afganistán, Bosnia o Mali, pero miles de fotografías, centenares de dossiers con la leyenda « Cortázar », « Israel » « Escritores latinoamericanos », « Semana Negra de Gijón », « Carrefour de littératures », « Saint Malo », « Mercedes Sosa », « Astor Piazzola » etc., no les dicen nada y tiran todo a la basura sin consultar nada a nadie.

Necesito vuestra ayuda, aunque no haya nada que recuperar me gustaría que al menos quede constancia de que lo sucedido en Le Monde es más que una negligencia: es un profundo desprecio por un trabajo que forma parte de la memoria de nuestra cultura contemporánea, al menos en la medida en que sus protagonistas son los escritores que le dan naturaleza y dignidad a nuestra lengua y a nuestro mundo.

Solo se han salvado las cientos de fotos que alguna vez digitalicé para libros o exposiciones, el resto desapareció para siempre.

De veras que me da pena molestarles pero sé que comprenderán mi dolor y mi desazón.

Un abrazo grande.

Daniel Mordzinski

París, 18 de marzo, 2013

domingo, 10 de marzo de 2013

Pequeñas acciones que cambian la historia


Con el título "Leer era cosa de hombres", artículo de Tereixa Constenlapublicado hoy en el diario español El País, queda claro que la palabra "hombres" no se usaba como genérico de humanidad, compuesta por mujeres y hombres, sino se refiere a los varones, quienes, en este caso y muchos más, eran los que legislaban, interpretaban las leyes y determinaban las reglas del juego. El acceso a una biblioteca, a sus obras, al conocimiento, al intercambio de ideas con otras personas interesadas en el placer de la lectura, la consulta, la investigación, el intercambio de ideas, estaba prohibido para las mujeres de la época. ¿Quién cambió esta situación en España? Antonia Gutiérrez Bueno, quien entró primero a la Biblioteca Nacional como autora que como lectora. Leamos qué hay detrás de esta mujer.

Hay que tener una gran confianza para sentarse a un escritorio y, en 20 líneas, pedir la luna. Lo nimio —un agente subversivo, bien usado— está minusvalorado. En 1955 Rosa Parks, con su empecinamiento rebelde para no levantarse de su asiento en un autobús de Alabama, dinamitó la segregación racial en Estados Unidos. Un siglo antes, con su carta de 20 líneas, Antonia Gutiérrez Bueno, cuyo nombre nadie recuerda hoy, sepultó para siempre la discriminación de género que la Biblioteca Nacional (BNE) arrastraba desde su fundación en 1713. Hay que tener mucha seguridad para resistir las coacciones sin levantarse del asiento o para, una mañana o una tarde de enero de 1837, sentarse a escribir al ministro de la Gobernación para reclamar un imposible. Es bien probable que Antonia Gutiérrez Bueno creyese que si no estiraba la mano no tocaría la luna. Porque eso era entonces la Biblioteca Nacional, un lugar tan inaccesible para las mujeres como la luna, con la pequeña salvedad de días festivos, cuando las damas podían recorrerla en lo que equivaldría a una visita guiada de la época. Se mira, pero no se toca. Cuando se sentó a escribir su carta, Antonia Gutiérrez (Madrid, 1781-1874) tenía 56 años, un hijo diplomático y dos obras impresas. En 1835 había publicado el primer volumen de un Diccionario histórico y biográfico de mugeres (sic) célebres y antes, en 1832, un librito con artículos que ella había traducido del francés sobre “el cólera-morbo”, donde entre otros tratamientos ensayados en Francia figuraban algunos tan poco delicados como la aplicación de sanguijuelas en el ano. Ambos libros delatan aspectos de su autora: la ambición intelectual y el interés por la salud pública, sin duda un tanto extravagantes a ojos de otras mujeres decimonónicas. Había vivido en París —quizás el Nueva York de la época— hasta la muerte de su marido, Antonio Arnau, y había crecido en una casa con libros, diccionarios y gramáticas en distintas lenguas, tratados científicos y piano. Antonia fue la tercera hija de Mariana Ahoiz y Navarro y Pedro Gutiérrez Bueno, un ilustrado que acabaría siendo boticario mayor del rey y que acostumbró a sus hijas a pensar más allá de los muros domésticos.
“El padre fue un importante hombre de ciencia y Antonia tuvo acceso a una formación no habitual”, señala Gema Hernández Carralón, jefa del Museo de la BNE y rastreadora de las huellas de la primera investigadora que puso sus pies en la institución. “Fue amigo deMoratín, que le llamaba Petrus Bonus y que apodó 
“El padre fue un importante hombre de ciencia y Antonia tuvo acceso a una formación no habitual”, señala Gema Hernández Carralón, jefa del Museo de la BNE y rastreadora de las huellas de la primera investigadora que puso sus pies en la institución. “Fue amigo deMoratín, que le llamaba Petrus Bonus y que apodó Toinette a Antonia”, añade.
Gema Hernández Carralón sospecha —aunque ya nunca podrá confirmar o desmentir su hipótesis— que Antonia Gutiérrez utilizó el
Gema Hernández Carralón sospecha —aunque ya nunca podrá confirmar o desmentir su hipótesis— que Antonia Gutiérrez utilizó el Diccionario como “excusa” para lograr que le franqueasen la puerta de la biblioteca. Lo cierto es que nunca publicaría los siguientes volúmenes de aquella obra, que firmó con el seudónimo masculino de Eugenio Ortazán y Brunet y que dedicó “al bello sexo”. Como correspondía a un perfecto caballero.
 Seguir leyendo el artículo en El País

viernes, 8 de marzo de 2013

En el Día Internacional de la Mujer, ¿cómo define a la mujer el diccionario?


Doodle de Google por el Día Internacional de la Mujer 2013

Consultar en el diccionario la palabra mujer no deja de provocar malestar, cuando encontramos que en cuatro ocasiones, al referirse a las actividades que realiza, se remite a la palabra prostituta. El lenguaje sexista en el diccionario de la Real Academia Española está presente en múltiples entradas, a pesar de que supuestamente se han revisado varios artículos relacionados, por ejemplo, con oficios y actividades profesionales.

El DRAE y otros diccionarios recogen las voces del pueblo, por tanto en los hablantes recae parte de la responsabilidad de eliminar connotaciones negativas al referirse a la mujer y a sus actividades, mientras que a los académicos corresponde realizar las modificaciones pertinentes en ediciones próximas.

En el artículo Y, ¿qué aportaría María Moliner al debate sobre el sexismo?, publicado en el sitio de la Fundéu, se lee lo siguiente:
¿Qué haría María Moliner si pudiera tener voz en este debate? No tiene sentido hablar en su nombre, pero su Diccionario, publicado entre 1966-1967, nos da algunas pistas. Resulta reconfortante comprobar cómo la autora, sin planteamientos feministas de por medio, pero dueña de una claridad mental privilegiada, es capaz de definir de nueva planta definiciones completamente anquilosadas. Así, mientras la RAE utiliza la voz coloquialmarisabidilla como una crítica general hacia el sexo femenino, al definirla como 'mujer que presume de sabia', Moliner hila más fino y puntualiza: 'Mujer de poca cultura, pedante o redicha, que habla con presunción'. No lo atribuye a cualquier mujer, sino a algunas. Lo mismo sucede con la definición que hace el DRAE de la voz coloquial hazana: 'faena casera habitual y propia de la mujer', y que Moliner, como recordó Pilar García Mouton el 16 de enero durante un homenaje a la lexicógrafa celebrado en Madrid, redactó así: 'faena. Trabajo casero'. Simplemente eso,  ni propio de la mujer ni del hombre. Trabajo casero, sin más.
Podrán tacharme de poco original, que lo soy, pero quizá a algún visitante de esta Aldea le resulten de utilidad estas tablas. En la primera aparecen las definiciones de mujer y hombre, de acuerdo con la 22a. edición del DRAE:


mujer.
(Del lat. mulĭer, -ēris).
1. f. Persona del sexo femenino.
2. f. mujer que ha llegado a la pubertad o a la edad adulta.
3. f. mujer que tiene las cualidades consideradas femeninas por excelencia. ¡Esa sí que es una mujer!
4. f. mujer que posee determinadas cualidades. Mujer DE honor, DE tesón, DE valor.
5. f. mujer casada, con relación al marido.
~ de campo.
1. f. La que con frecuencia se ejercita en la caza o en las faenas agrícolas.
~ de digo y hago.
1. f. mujer fuerte, resuelta y osada.
~ de gobierno.
1. f. Criada que tenía a su cargo el gobierno económico de la casa.
~ del arte.
1. f. prostituta.
~ de letras.
1. f. La que cultiva la literatura o las ciencias humanas.
~ del partido, o ~ de punto.
1. f. prostituta.
~ de su casa.
1. f. La que con diligencia se ocupa de los quehaceres domésticos y cuida de su hacienda y familia.
~ fatal.
1. f. Aquella cuyo poder de atracción amorosa acarrea fin desgraciado a sí misma o a quienes atrae. U. referido principalmente a personajes de ficción, sobre todo de cine, y a las actrices que los representan.
~ mundana.
1. f. prostituta.
~ objeto.
1. f. La que es valorada exclusivamente por su belleza o atractivo sexual.
~ perdida, o ~ pública.
1. f. prostituta.
pobre ~.
1. f. La de cortos talentos e instrucción.
2. f. La de poca habilidad y sin vigor ni resolución.
buena ~.
1. expr. rur. U. para llamar o dirigirse a una desconocida.
de ~ a ~.
1. loc. adv. Con sinceridad.
2. loc. adv. de igual a igual.
hacerse una ~.
1. loc. verb. Llegar a ser madura y responsable de sus actos.
2. loc. verb. ser mujer.
mujer.
1. interj. U. para indicar sorpresa o asombro, o con un matiz conciliador. ¡Mujer, qué susto me has dado! ¡Mujer, no te enfades!
ser mucha ~.
1. loc. verb. Ser admirable por la rectitud de carácter, por la integridad moral o por sus habilidades.
ser ~ una niña o adolescente.
1. loc. verb. Haber tenido la menstruación por primera vez.
ser toda una ~.
1. loc. verb. Tener valor, firmeza y fuerza moral.
tomar ~ un hombre.
1. loc. verb. Contraer matrimonio con ella.




hombre.
(Del lat. homo, -ĭnis).
1. m. Ser animado racional, varón o mujer.
2. m. varón (‖ ser humano del sexo masculino).
3. m. Varón que ha llegado a la edad adulta.
4. m. Grupo determinado del género humano. El hombre europeo El hombre del Renacimiento
5. m. Individuo que tiene las cualidades consideradas varoniles por excelencia, como el valor y la firmeza. ¡Ese sí que es un hombre!
6. m. U., unido con algunos sustantivos por medio de la preposición de, para designar al que posee las cualidades o cosas significadas por tales sustantivos. Hombre de honor, de tesón, de valor
7. m. coloq. marido.
8. m. p. us. Persona que en ciertos juegos de naipes dice que entra y juega contra los demás.
9. m. p. us. Juego de naipes semejante al tresillo, de origen español, que se extendió por Europa en el siglo XVI.
~ bueno.
1. m. Der. El mediador en los actos de conciliación.
2. m. desus. El que pertenecía al estado llano.
~ de a pie.
1. m. Pluralidad de personas en cuanto representativas de las opiniones y gustos de la mayoría.
~ de armas.
1. m. desus. Jinete armado de todas piezas.
~ de barba.
1. m. desus. El que tiene entereza y serenidad.
~ de campo.
1. m. El que con frecuencia se ejercita en la caza o en las faenas agrícolas.
~ de capa y espada.
1. m. Seglar que no profesaba de propósito una facultad.
~ de guerra.
1. m. El que sigue la carrera de las armas o profesión militar.
~ de la bolsa.
1. m. Arg. hombre del saco.
~ de letras.
1. m. El que cultiva la literatura o las ciencias humanas.
~ del saco.
1. m. Personaje ficticio con que se asusta a los niños.
~ de paja.
1. m. El que actúa al dictado de otro que no quiere figurar en primer plano.
~ de punto.
1. m. desus. El que es puntilloso.
~ lobo.
1. m. El que, según la tradición popular, se convierte en lobo las noches de plenilunio.
~ objeto.
1. m. El que es valorado exclusivamente por su belleza o atractivo sexual.
~ orquesta.
1. m. El que lleva sobre sí un conjunto de instrumentos que toca simultáneamente.
~ público.
1. m. El que tiene presencia e influjo en la vida social.
~ rana.
1. m. El provisto del equipo necesario para efectuar trabajos submarinos.
buen ~.
1. loc. interj. rur. U. para llamar o dirigirse a un desconocido.
pobre ~.
1. m. El de cortos talentos e instrucción.
2. m. El de poca habilidad y sin vigor ni resolución.
como un solo ~.
1. loc. adv. Dicho de proceder un conjunto de personas: Con unanimidad.
de ~ a ~.
1. loc. adv. Con sinceridad.
2. loc. adv. de igual a igual.
hacer a alguien ~.
1. loc. verb. coloq. Protegerlo eficazmente.
hacerse alguien un ~.
1. loc. verb. Llegar a ser maduro y responsable de sus actos.
hombre.
1. interj. U. para indicar sorpresa o asombro, o con un matiz conciliador. ¡Hombre, tú por aquí! ¡Hombre, no te enfades!
no haber, o no quedar, ~ con ~.
1. locs. verbs. desus. Quedar desbaratado un conjunto de personas o haber falta de unión entre ellas.
ser alguien ~ al agua.
1. loc. verb. coloq. Hallarse en una situación desesperada.
ser alguien mucho ~.
1. loc. verb. Ser persona de gran talento e instrucción o de gran habilidad.
ser alguien muy ~.
1. loc. verb. Ser valiente y esforzado.
ser alguien poco ~.
1. loc. verb. Ser cobarde.
ser alguien todo un ~.
1. loc. verb. Tener destacadas cualidades varoniles, como el valor, la firmeza y la fuerza.



En la siguiente tabla no he resistido la tentación de incluir las siguientes entradas del Diccionario Breve de Mexicanismos, en donde podemos advertir una fuerte carga sexista, que quizá resulten jocosas para algunas personas.

mujer: mujer de la calle. f. Mujer que tiene relaciones sexuales a cambio de un pago, prostituta. ||mujer en estado. loc. Mujer en estado interesante, embarazada. Compárese estado crítico. | bendito entre las mujeres. loc. adj. (De un hombre) solo entre damas (en un grupo, o en su familia) || busca mujer por lo que valga, y no sólo por la nalga. ref. Es mucho mejor o más importante que una mujer sea buena, amable, cortés, que su aspecto físico. || el que ama a mujer ajena, siempre anda descolorido; no por el amor que siente, sino por miedo al marido. ref. Es peligroso tratar de conquistar a la esposa de otro. || la mujer es fuego y el hombre estopa, llega el diablo y sopla. ref. Las cosas pueden pasar a mayores cuando entre un hombre y una mujer hay demasiada familiaridad. || la mujer y el melón, bien maduritos. ref. Las mujeres maduras son atractivas. || las mujeres y el vino, hacen errar el camino. ref. Los hombres no deben dejarse dominar por la liviandad ni por la embriaguez [DRAE 1956: la mujer y el vino sacan al hombre de tino]. || lo que valga una mujer, en sus hijos se ha de ver. ref. Se puede juzgar una madre según salgan buenos o malos sus hijos. || mala mujer. f. Nombre de varias plantas espinosas o que producen cierta irritación en la piel. || mujer que quiera a uno solo y banqueta para dos, no se hallan en Guanajuato ni por el amor de Dios. ref. Las aceras de la ciudad de Guanajuato son estrechas y sus mujeres son volubles. || no hables mal de las mujeres, porque hijo de mujer eres. Consejo de sentido claro.

mujerero. m. Mujeriego, hombre que persigue a las mujeres.

mujerón. m. Mujer grande y atractiva.
hombre: a todo se acostumbra el hombre, menos a no comer. ref. Por la necesidad uno acaba por acostumbrarse a lo que en un principio disgustaba. || el hombre no ha de ser de dichos sino de hechos. ref. La calidad se muestra con acciones y no palabras, es mejor hablar poco y hacer mucho. || el hombre que sabe, pronto sobresale. ref. Hay que superarse en el estudio.


Busqué en el Diccionario Panhispánico de Dudas, pero por lo visto para los autores de este diccionario no existe duda alguna sobre el término, la respuesta que nos ofrece en su versión en línea es que "La palabra mujer no está registrada en el DPD" (pero ofrecen algunas voces cuya escritura es cercana, como alma máter, cúter, máuser... Me consuela saber que tampoco incluyen la palabra hombre.

Por último, no puedo dejar pasar la oportunidad de referirme a las faltas de concordancia y verdaderas aberraciones gramaticales que cometen grupos comprometidos con la equidad de género. Se está extendiendo el uso, en textos más o menos formales, de la sustitución de las vocales a y o (en plurales de artículos, sustantivos y adjetivos) por la arroba (@), que no es un signo lingüístico y por tanto carece de fonema; también se está recurriendo a usar la letra equis (x), para el mismo fin, todo por oponerse al plural genérico (masculino).

¿Cómo se leerían los siguientes enunciados?

Tod@s l@s niñ@s tienen derecho a la educación.
L@s ciudadan@s se manifestaron en contra de la injusticia de los desahucios.
L@s artist@s unid@s marchan para manifestar su rechazo a los recortes...


Todxs lxs niñxs tienen derecho a la educación.
Lxs ciudadanxs se manifestaron en contra de la injusticia.
Lxs artistxs unidxs marchan para manifestar su rechazo a los recortes...

Creo que estos ejemplos evidencian la imposibilidad de una lectura clara, sobre todo en voz alta.

La lucha por la equidad, la justicia, la libertad no está reñida con una elemental corrección gramatical. Sería más interesante poner en práctica formas de lenguaje incluyente, que permitan argumentar y que expresen demandas, posturas y compromisos claros.