Anul III - Nr. 1 (15) / IANUARIE - MARTIE 2010 - 72 pagini - Revistă
independentă de cultuăr contemporană
El último día de febrero recibí un correo electrónico, personalizado y en español, de Daniel Dragomirescu, en el que me invitaba a conocer el nuevo sitio en la red de la revista independiente y multicultural Horizonte Literario Contemporáneo.
Desde entonces ha sido muy grato el intercambio de visitas a los blogs, de correos y textos, entre ellos la traducción al español del ensayo "Eminescu and Postmodernism" (publicado en la revista, como todos los artículos y poemas, en rumano e inglés). Cuando leí el texto busqué algo de la obra de Eminescu y encontré la versión bilingüe de El Lucero, en la versión electrónica de la Revista Casa del Tiempo de la Universidad Autónoma de México (incluyo unos versos del largo y hermosísimo poema al final de esta entrada).
Aunque Daniel me había prometido el número más reciente de la revista y lo esperaba ansiosa, no dejó de ser una emocionante sorpresa recibir (hace unas horas) el paquete procedente de Vaslui, Rumania, en el que llegó, además de la revista, el Boletín del Autor (dedicado a la escritora María Dolores García Pastor, autora de la novela El susurro de los árboles), suplemento Romano-Spaniol y una credencial que me acredita como Colaboradora Externa. Gracias por el honor y tu amistad, Daniel.
Desde esta humilde Aldea felicito a todo el equipo editorial y a los colaboradores externos de Horizonte Literario Contemporáneo, por hacer posible una revista multicultural e independiente de gran calidad, que vale la pena conocer, disfrutar y apoyar. A continuación comparto un fragmento del ensayo citado:
Érase una vez, como en los cuentos,
érase una vez, como nunca,
de una gran familia imperial,
una muy hermosa doncella.
de una gran familia imperial,
una muy hermosa doncella.
Y era la única de sus padres
y maravillosa por todo,
como la Virgen entre los santos
y la luna entre las estrellas.
y maravillosa por todo,
como la Virgen entre los santos
y la luna entre las estrellas.
Por la sombra de grandiosas bóvedas
ella encamina sus pasos
hacia la ventana, allí en la esquina
donde el Lucero está esperando.
ella encamina sus pasos
hacia la ventana, allí en la esquina
donde el Lucero está esperando.
Miraba cómo por el horizonte del mar
surge y resplandece,
cómo por las sendas agitadas
guía negros veleros.
surge y resplandece,
cómo por las sendas agitadas
guía negros veleros.
Lo ve hoy, lo ve mañana,
y así termina por desearlo;
y él, mirándola durante semanas,
cae rendido ante la doncella.
y así termina por desearlo;
y él, mirándola durante semanas,
cae rendido ante la doncella.
Mientras ella apoyaba en las palmas,
soñando, su cabeza,
de amor por él su corazón
y su alma se colman.
soñando, su cabeza,
de amor por él su corazón
y su alma se colman.
Y con qué viveza él surge
en cada atardecer,
hacia la sombra del negro castillo
en cada atardecer,
hacia la sombra del negro castillo
cuando ella se le aparece.
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