miércoles, 27 de octubre de 2010

Fantasmas, espectros y otros trapos sucios, de Jaime Alfonso Sandoval

Fantasmas, espectros y otros trapos sucios
Jaime Alfonso Sandoval, México, SM-Conaculta,
Premio El Barco de Vapor 2006, Serie Roja, 254 pp.

"El miedo es algo realmente placentero, despeja el ánimo,
alerta los sentidos y mejora la circulación de la sangre".

Este libro contiene los ingredientes indispensables para una lectura en estos días  (y siempre) cuando se antoja asustarse, echar a volar la imaginación y seguir los pasos de quienes se dedican al antiguo arte de contar historias de terror. Aunque seguir los pasos del doctor Catafalco, protagonista de este libro, resulta harto cansado y seguramente caro, pues este mago de la palabra ha recorrido toda la República Mexicana en busca de leyendas, artefactos, objetos y sujetos involucrados en acontecimientos que ponen los pelos de punta.

Aunque el autor reconoce que mucha gente se salta los prólogos, invita a los lectores a no hacerlo en este caso pues en él hay información importante para conocer mejor el teje y maneje de esta historia. Y es cierto, pues sólo leyéndolo nos enteramos que el doctor Catafalco, tío abuelo de Tito, a quien el estrafalario personaje cuenta sus espeluznantes historias, fue un famoso locutor de radio cuando este medio gozaba de toda la atención de la gente, pues todavía no era tan común la televisión y además los radioescuchas le tenían miedo a todo, comenzando por las mutaciones atomicas y a los comunistas. En los programas "Gritos y Alaridos" y "Espantos y Espantados", el doctor Catafalco presentaba reportajes sobre asuntos tan verídicos como espantosos y entre sus radioescuchas no faltaban desmayos, molestias y hasta problemas mentales que debían ser atendidos por psicólogos.

La historia del famoso doctor Catafalco, quien lejos de los micrófonos se llama Chema Martínez, comienza en plena época cristera, es decir, cuando estaban prohibidos los cultos religiosos pero, como sabemos, las prohibiciones no necesariamente impiden a la gente  hacer lo que está prohibido y menos cuando se trataba de cumplir con sus obligaciones espirituales. De manera que la madre de Chema no estaba dispuesta a que el niño se quedara sin hacer la primera comunión, por lo que investigó y se enteró que en las catacumbas de la Parroquia de San Francisco, en el estado de Zacatecas, se realizaban ceremonias secretas.

Después de la primera comunión y mientras la familia esperaba a que se dispersaran los soldados que patrullaban la ciudad, el pequeño se dedicó a recorrer los pasillos en donde se guardaban valiosos tesoros religiosos, entre los que descubrió un insignificante guaje, que una extraña mujer ofreció regalarle.

Chema, como cualquier otro niño hubiese preferido recibir uno de los objetos de oro que las catacumbas resguardaban, sin embargo, recibió un guaje, pero no era un guaje cualquiera. ¿Qué secretos encerraba el guaje? ¿De qué manera ese regalo cambió la vida de Chema Martínez, de sus familiares y vecinos y por supuesto de sus radioescuchas?

Invito a descubrir estos misterios en este libro narrado con el lenguaje sencillo y sabroso de un conocedor de la historia, la geografía y, en general, de la cultura mexicana, tan rica en leyendas y acontecimientos verdaderos que dan miedo.

De la cuarta de forros: Jaime Alfonso Sandoval (México, 1972) estudió cine y literatura. Su novela El Club de la Salamandra obtuvo el Premio Gran Angular México, en 1997. También es autor de Murmullos bajo la cama (Premio FILIJ en 1998) y de República mutante (Premio Gran Angular, 2001).

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Querida María Eugenia,

Gracias por tu bella reseña. Espero que muchos lectores se animen a darse un chapuzón de literatura y terror en estos cuentos de humor y espanto.

Un gran abrazo.

Jaime Alfonso.

María Eugenia Mendoza dijo...

Querido Jaime Alfonso:
Es un placer saludarte y leerte. Me encanta ese humor con que cuentas las historias de terror, que surge de un buen conocimiento de lo mexicano.
Va para ti un cariñoso abrazo.