domingo, 9 de mayo de 2010

Mensajeros. Cuento


Mensajeros

© María Eugenia Mendoza Arrubarrena

Dedicado a las madres

En lugares lejanos dos mujeres despertaron al mismo tiempo.

La primera se asomó a la ventana, miró el limpio cielo de media noche justo para descubrir el espectáculo único de una estrella fugaz.
Se sintió una con el universo.
Deseó compartir ese momento mágico con su hija, quien estaba al otro lado del océano, pero para no perturbar su sueño, se dirigió a su mesa de noche y comenzó a escribir una carta.

La otra también se asomó a la ventana y descubrió con los primeros rayos del amanecer un hermoso colibrí revoloteando entre las flores de su balcón.
Se supo una con la naturaleza.
Necesitaba describirle a su madre la escena pues no todos los días comienzan así. No lo pensó mucho tomó el teléfono y marcó el número de casa.

12 comentarios:

María García Esperón dijo...

¡Con estas letras no puede haber mas feliz Día de las Madres!
¡Felicidades!

María Eugenia dijo...

Querida María;
Yo sé que tú como yo disfrutas cada día la bendición de ser mamá. Este texto está escrito con letras de futura nostalgia.
Felicidades también para ti.

Pedro Villar Sánchez dijo...

Hermosísimo texto¡¡¡¡¡¡

María Eugenia Mendoza dijo...

Gracias, querido Pedro.
Un beso.

izaskun dijo...

Gracias, gracias, gracias, gracias. Me he sentido madre e hija afortunada en todos los lugares del mundo. Me encantó, querida María Eugenia y hoy, ahí te contesto, me llegó un aviso de correos, y mañana recogeré el paquete, y entonces... que nervios.
Gracias, muchísimas gracias. ¿Cuándo tu aniversario?

María Eugenia dijo...

Querida Izaskun, qué lindo es encontrate por aquí y que siempre tengas gratas experiencias como hija y madre en donde quiera que estés.
A mí me emociona también lo del paquete, qué nervios. Ya me platicarás.
Mi cumple es el 13 de julio.
Te mando un cariñoso abrazo.

María García Esperón dijo...

Esto de las sincronías, es tan bonito y tan real, aunque muchas veces nos resistamos a creer que puede suceder. Siempre tendremos los bellos textos como el tuyo para vivir a plenitud esa experiencia que aunque parece divina es humana.

María Eugenia Mendoza dijo...

Si sólo abriéramos nuestros sentidos a esos momentos, tal vez no sincrónicos pero sí posibles, y nos comunicáramos con quienes amamos quizá veríamos más belleza de la que reconocemos.
Un abrazo muy cariñoso.

Arturo Herrera dijo...

Hola Ma Eugenia,
he venido y vuelto a tu blog algunas veces, tienes razón es informativo-vocacional.
Trataré de dejarte algún comentario.
El cuento del día de las madres es dulcemente circular, como dos hélices genómicas que no se tocan
y que casi es continuación del anterior sobre nuestros ancestros de las cavernas.

Saludos

María Eugenia dijo...

Querido Arturo:
En este momento estaba recorriendo, con enorme placer, ese poético blog tuyo y, cuestión de sincronías, estaba llegando a esta Aldea tu comentario, hermoso, que agradezco muchísimo.
Nos encontraremos aquí y allá o cruzando la calle.
Un beso.

Anauj dijo...

Mi querida María Eugenia.
Hermoso hiperbreve dedicado a las madres. Ese cordón umbilical que, a pesar de la distancia, del tiempo, de las circunstancias, se mantiene entre las madres y sus hijos.
Agradezco tu comentario a mi poema, así como al relato publicado en "Entre gozos y rebozos", yo aún no he recibido los libros, así que no puedo comentar nada a tu historia. en cuanto me lleguen te digo.
Un abrazo enorme desde un Madrid que anochece entre nubes de un gris coral. Juani.

María Eugenia dijo...

Querida Juani:
Es un honor recibir tu visita y comentario.
Los hijos son ese motor que impulsa muchos de nuestros actos y en mi caso son también mi fuente de inspiración.
De verdad que me encantó y me dolió muchísimo tu relato.
Te mando muchos abrazos, por tu obra poética y literaria y ahora también por el Día del Maestro.